Mis Inicios. .

Mis inicios como muchas masajistas fueron duros, llegue a España, ya hace más de 10 años  uno de mis primeros trabajos fue ser "masajista", llame a un anuncio que vi en un periódico, me pareció interesante,  así que me dieron una cita para una entrevista y ahí que fui.

El sitio era un piso en Goya, justo en la calle Felipe II, me recibió una señora Cubana, blanquísima, con ojos azules, pensaba yo, Cubana solo el acento, pero si era de Cuba. Muy conocida ya en el mundo del masaje, me explico el trabajo, claro está, lo que ella creía conveniente.

Me dijo te puedes quedar desde ahora mismo, que veras como trabajas mucho, les diré a mis clientes que tengo una chica nueva,  Yo super ilusionada, acepte, me maquillo, me cambio de nombre y comenzó a llamar a unos cuantos clientes ya conocidos de la casa para decir que tenía una chica Venezolana, nueva y que les iba a encantar, buena masajista ( pensaba, como sabe si soy buena masajista si no ha probado mis masajes) ese día me concreto 3 citas.

Mi primera cita: Aun recuerdo era piloto, se presentó con el uniforme, muy elegante, un hombre ya de edad media, atractivo, la señora cubana me presento, me "vendió" super bien, que me creía yo la diosa del masaje, el acepta  entrar conmigo, mientras arreglaba la camilla, velas y buscaba música que me gustara, (usaba en ese tiempo una radio con cd. ) le invito a pasar, él se cambia y se tumba, le pregunto que si tiene alguna dolencia y me dice dame un masaje como tú sabes, aplique aceite en su cuerpo y empecé todo iba bien hasta que faltando unos 15 minutos para la hora, me dice que quería su relax y yo con los ojos abiertos de asombro le digo que no le entiendo, como lo dicen en tu país "una paja" , intento meterme su mano por mi camiseta  y tocar mis senos, yo temblaba y empecé a llorar, le dije que eso no hago, él sonrió y  me dijo no te han explicado tu trabajo, pensaba que me estaba tomando el pelo, así que salí, en un mar de llanto donde está mi jefa, ella sonrió, me calmo, entro hablar con el cliente, al rato salió y entro otra chica a terminar "mi trabajo".

Cuando se fue el cliente, me dijo: Ya que estas más calmada, esto es un centro de masajes eróticos, ¿Pensé qué ya lo sabias? ¡Que ingenua! le decía que eso ella a mí, no me había dicho, que yo no quería trabajar así, es lo que te puedo ofrecer aquí, vas a ganar dinero a diario piénsalo, y me dice: " tú a tus novio les chupas la polla, tienes sexo y le haces pajas, verdad y eso lo hace gratis, aquí por eso te pagan".

Los dos clientes más como verán no los atendí, me fui a casa, durante todo el trayecto y semana lloraba de recordar aquella experiencia, quizás  muchos pensaran no es para tanto, pero creerme que lo es...

Ahora en estos tiempos creo que ya muchas chicas saben lo que es un masaje erótico soy partidaria de que nuestras "jefas" deben hablarnos claro y directo acerca de este trabajo,  así mismo respetar si estamos dispuestas a ofrecer todo lo que ellas nos piden o viceversa que respeten lo que podemos ofrecer nosotras en una sesión.

Si nos vamos a dedicar al mundo del erotismo de forma esporádica o si lo vamos a llevar a nuestra vida como profesión, por lo menos yo tengo claro: si lo voy hacer, seré la mejor en lo que hago, disfrutare de cada momento de sensualidad sin llegar a la vulgaridad.



Luego volví pero eso ya es otra historia... la contare después......

Besos suaves
Sara.


Comentarios

  1. Perdoname pero esa jefa era una "hija de...". Hay gente que se aprovecha de la ingenuidad de las mujeres que solo quieren trabajar para comer. Así está la cultura del mundo del masaje hoy en día por toda esta gente que no hace las cosas bien y se creen que a base de engaños van a llegar muy lejos.

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