Volviendo

 Me había acostumbrado a un sitio o lugar y quizás peco en decir me había acostumbrado a algo que no quería. De repente me vi, como muchas veces no quería verme, una masajista sin ningún interés por su trabajo.

Los caminos se tornan como algo rutinarios. Maldita rutina, si maldita, acaba con todo lo que es nuestra vida y nuestros intereses. Te cansas y terminas convirtiéndote en una persona que se acostumbra a esa rutina y tu vida se empieza apagar.

Existen momentos que necesito tomar aire, momentos que solo son una semana o unos días. Pero esta vez necesite mucho más tiempo. Organizar mis pensamientos y mis sentimientos. 

Me desconecte de todo, de foros, de anuncios,  redes,  mi trabajo que se había tornado rutinario. Llore muchas noches, le pedí a mi alma que me indicara el camino, porque me sentía perdida.  Me abrí un Onlyfans y un Instagram, no con la idea de mostrar mi cuerpo desnudo, no, siento que con todo lo que he vivido durante muchos años siendo masajista, puedo brindar un poco de educación sexual y sensual y si con mis fotos logro conseguirlo y  mi experiencia, para mi es algo maravilloso, sobre todo educar a los hombres con respecto a conocer su cuerpo y pero sobre todo conocerse de forma real

Me cambie de sitio, limpie mi alma de eso que me decían amarme y me limpie de promesas que nunca se cumplirán. Volví a retomar mis cursos y retomar mis proyectos fuera de mi mundo sensual.

Todos estos cambios, me han ayudado. No solo a Sara si no a mi yo personal. Ya tenía claro algo, pero ahora lo confirme más. Y eso que confirme es que mientras yo escoja ser masajista naturista. No puedo tener una vida personal no vinculada con Sara.

¿Cómo gestionar esto de ser masajista naturista? Simplemente no se puede, no se puede llevar a tu vida diaria. Es así de sencillo. Y ahora que lo tengo más claro. Puedo continuar.

Vuelvo a mi mundo sensual, vuelvo a ser esa masajista  que se había perdido en la rutina, vuelvo a conectar con la piel, el cuerpo y con el alma del cliente, vuelvo a conectar conmigo mismo. 

Vuelvo a ser esa chica que disfrutaba con ser masajista.  Pero sobre todo Vuelven mis manos a sentir. 

Así que hoy déjame tocarte el alma, los sentidos, tu placer, hoy ha vuelto Sara y viene para quedarse.

Besos

Sara