Simplemente Jennifer

Jennifer 

Volvi como independiente, después  de tantas experiencias no agradables, con una idea  mas clara de este mundo.

Construí mi propio refugio, mi mundo, una habitación  pequeña, un tatami, música; velas y aceites eran mis compañeros, anuncios  en varios sitios y a empezar. Muchas llamadas, preguntas  y dudas en cada una, tenía  claro que servicio  quería  ofrecer  y costo mucho, que se entendiera que mis sesiones  no llevaban sexo, ni francés,  pero tenía  que buscar  una forma de sustituir eso, empecé a investigar a probar con cada cliente ¡Que podía gustar!

Un día de tantos  aquellos, apareció un cliente amante del masaje, un sibarita, al que  le gusto mi masaje, mis manos, las caricias y la fusión  que realizaba al pasar al sensual. Sin que me diera cuenta mi nombre estaba en un foro donde se hablaba  de mí, aquí nació Jennifer. 

Jennifer: era simplemente una chica normal que empezó de manera tímida en este trabajo, me sonrojaba cuando me tenía que quitar la bata, me costó mucho tiempo  en hacerme a la idea de quedarme  desnuda en un masaje, mi tanguita era esa parte de protección de, aquí no se puede pasar. Me fui perfeccionando en el masaje Lingam, con técnicas de presiones, pases y caricias suaves en los genitales, todo un mundo lleno de placer, dónde  lo único  que me importaba era que disfrutarán de un orgasmo intenso. Tres años  largos, por mis manos han pasado muchos clientes, a unos he gustado  a otros no, unos me han querido  otros me han odiado, para muchos  soy guapa para otros no, pero eso no me importaba, realmente solo me interesaba, que ese momento que está aquí  conmigo sea único. De aquel tiempo me quedan cosas maravillosas, todo ese aprendizaje diario, besos, caricias que entregaba y recibía, experiencias buenas y malas escritas .

Tengo un grato recuerdo  que aún guardo, ser masajista erótica, sin ofrecer sexo explícito; porque sexo hay mil formas de vivirlo y yo disfrutaba de mi manera.

Sigo defendiendo que puede haber placer  en una masturbación;  bien trabajada y ejecutada con suavidad y lentitud

Jennifer  tuvo que desaparecer por motivos familiares y personales,  pero no me fui del todo,  me gusta mi trabajo, los masajes trasmitir paz; placer con mis manos y sensualidad con el cuerpo.

Añoro mi rinconcito, los clientes de aquellas noches que me llenaban historias  y yo de placer. Hoy me despido como Jennifer y doy la bienvenida a Sara. 

Gracias  aquellos que están siempre conmigo.

Besos suaves

Jennifer.