Clandestina... cerrando heridas

Le conocí hace 6 años atrás empezaba en el mundo del erotismo por mi cuenta, fue mi confidente, mi amigo, con quien pude sincerarme y contarle a lo que me dedicaba, creí que me comprendía y con él tiempo le fui cogiendo cariño, de ser mi amigo paso a ser mi compañero de vida, me sentía tan completa y feliz.

Yo decidí dejar de trabajar para dedicarme a él, pero sobre todo lo deje por respeto, a pesar que me conoció con este mundo, quería que se sintiese seguro de mí y así me aleje de mis terapias, tenía un piso, así que opte por contratar chicas, al principio todo iba muy bien. Trabaja con los foros, teníamos clientes, unos preguntaban, ¿Cuándo vuelves a dar masajes?,  se te echa de menos, avísame, pero no, lo había dejado estaba en pareja, para que dañar lo que había construido. 

Pero de repente todo cambio, no me di cuenta en que momento o quizás era realmente así pero no me fije, me ilusione como una adolescente y me cegué. Paso de ser el más cariñoso de los hombres a solo recibir reproches, dudas y celos. De un día para otro él tenía el control de mi vida, mi negocio,  mis clientes, amigos y lo más importante de mi familia. No podía hablar con nadie, no quería que ni siquiera bajase a sacar la basura. No entendía el por qué. Aun sinceramente no lo entiendo. Me dejaba bajar al piso de trabajo por días para que las chicas estén tranquilas, pero de repente llegaba, las echaba a todas y se quedaba conmigo ahí, hacerme mil preguntas ¿Qué si había trabajado? ¿Qué si estaba acostándome con alguien? que él no era tonto, que si quería bajar era por algo. ¿Cuánto tengo que pagarte para que te quedes solo conmigo? esa pregunta me la hacía a diario.

 Todo se volvió oscuro. Aquella mujer fuerte y poderosa, se volvió una tortuguita asustada, que se refugió dentro de sí misma y su caparazón para  no ver la catástrofe. 

Desperté un día y me dije se acabó, no puedo con esto. Tome mi teléfono sin que se diera cuenta y llame a la policía. Cuando llegaron,  él se sorprendió comenzó como un león enjaulado por el piso a dar vueltas, la policía subía y él no sabía que iba hacer. Me llene de valentía y lo denuncie. 

Pero él quería destruirme esa eran sus palabras. Agarró las llaves del piso de trabajo, y llevo a la policía  les   dijo que yo me prostituía en ese piso, que tenía chicas sin papeles trabajando para mí. Quiso destrozar el piso. Delante de la policía, rompió par de puertas y luego subió al piso donde vivíamos e hizo algo igual, intentaron detenerle, pero estaba loco. Se lo llevaron preso después de ver todo eso. 

Uno de los agentes, hablo conmigo y me recomendó que sea lo que tenga en ese piso lo sacara. Por lo menos hasta que todo pase.  Le pusieron una orden de alejamiento. Intento volver más de una ocasión. Yo decidí irme lejos una temporada, abandone Madrid.

Le he visto un par de veces por la calle en una me tope de frente, intentó acercarse y le dije no, aléjate que llamo a la policía. El solo me dijo necesito pedirte perdón. Yo no pude. Aún recuerdo todo esto y mi cuerpo se estremece. Aquel que un día confié mi secreto, fue el primero en llamarme "Puta".

Ya han pasado 6 años largos donde he cambiado, madurado, evolucionado, me prometí que en la vida  nadie me trataría así nunca más. Debo decir que nunca me levanto la mano. Pero su maltrato era diferente. 

Ya me perdoné y le perdoné, durante todo este tiempo he trabajado  en la sombra, ya no confió en nadie,  aquellos que dicen comprender muchas veces no lo hacen con sinceridad. Gritamos a los cuatro vientos que entendemos la evolución del mundo y su personas, que respetamos su sexo, sus ideas y creencias. Pero a escondidas juzgamos y señalemos.

Me considero clandestina, en mi mundo y por el momento seguiré así, me llevare este secreto en una cajita roja de terciopelo. Que abriré por momentos cuando me retire y recordaré con una sonrisa, lo que viví y lo que hice vivir. Soy clandestina de mis sentimientos, soy clandestina de aquellos que tampoco puede decir que una hora conmigo les ayuda a olvidar todo el mundo que hay fuera, sus problemas y necesidades. 

Ya me cure. Se cerro la herida como muchas otras. Hoy puedo contarla y decir sobreviví.






Besos
De una clandestina. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mis Servicios

Semana del Lingam

Mis Horarios Semana 19-24 Febrero